Crónica del Cumpleaños Múltiple
La siguiente crónica hace referencia a hechos ocurridos entre mayo y junio del presente año (¿por qué nunca me acuerdo de las fechas?). Más vale tarde que nunca, creo. Las fotos han sido retocadas para preservar la identidad de los borrach... esteee... de los asistentes al evento. Lo del blanco y negro es que queda muy periodístico :)
Esta historia comienza con una quedada a las 8 en el portal de Arcángel. En realidad empezó algo antes, con Cris y conmigo cargando un par de bolsas llenas de vino y la guitarra por las calles de Valladolid. Unos chavales dicen “Ale, a beber y a tocar”. Les miro con cara de asesina y murmuro “Yo sí. Tú no.” demasiado cerca de sus caras. Llegamos un poco justas de tiempo y Ktulu y Arcángel están ya en la calle esperando. Nos subimos al coche de la Potencial y en media hora llegamos al chalet, pese a mis horribles indicaciones en carretera. Tomamos algo fresquito (sin alcohol, ¿eh? Había que reservarse...) y preparamos la mesa para la cena.
Una hora después llegan Ge y Keny con Vane y Jose. Las cervezas tardan en enfriarse y yo tengo sed. Pero de esa sed de cerveza, nada de mariconadas. Tomamos un par de garimbas templadas. Qué asco. Hay que dejarlas más tiempo. La mesa está puesta. Entre todos, conseguimos hacer un fuego decente mientras Ge se va a dar una ducha. Decente es un decir. Aquello no ardía ni con Satán bailando la lambada. Costó, pero por fin prendieron ramas que no estaban suficientemente secas. Comienza el dilema. Arcángel tiene reparos de meterse al agua. Y Cris. Y el resto de mujeres presentes. Después de un montón de reparos, Jose me invita a saltar al agua. “A tomar por culo”, pienso. Me quito la ropa y salto. El resto tarda un poco más, pero al final todos terminamos en el agua. Ha oscurecido. Fuera hace fresco, pero dentro de la piscina se está de puta madre. Jose trata de ahogarnos a Cris y a mí. Nos escurrimos. Los demás saltan, nadan, bucean. Desde mi punto de vista somos un enorme tazón de choco-crispies. Llega Ge y comienza a hacer la cena, pasando un montón de bañarse con el ras que empieza a hacer a esas horas. Salimos del agua, ropa seca y a cenar.
Esto es la gloria, un montón de carne asada y la cerveza ya fría. Vino bueno para el calimocho y un juego incomprensible donde se enlazan las iniciales de nombres y apellidos famosos. Una de dos, la comida o la bebida están haciendo efecto, porque la gente empieza a mostrar un leve tono rosado en las mejillas. A Arcángel se la rifan los fínifes. “Tú picas aquí y yo allí”. Se caga en la madre que parió a los insectos cabrones. Yo me siento culpable por no haber avisado. Seguimos bebiendo.
Cris es pillada in fraganti dándose a la bebida.
Se acaba la cena. Nos vamos todos al local a tocar un poco, hacer el gamba y seguir dándole al calimocho. Cris se suelta con la guitarra.
Arcángel y Ktulu se hacen con el control del sofá. De ahí sus caras de felicidad.
Vane y Keny se cuentan cosas que nadie escucha y se descojonan de la risa.
Se me cae un cable de guitarra en la cabeza. ¿A quién le importa cuando el pulso se hace esencial para no derramar la bebida?
Cris y yo leemos la paranoia de juego. Que esto no salga de aquí, por Diorrrrrrrrr...
Esta historia comienza con una quedada a las 8 en el portal de Arcángel. En realidad empezó algo antes, con Cris y conmigo cargando un par de bolsas llenas de vino y la guitarra por las calles de Valladolid. Unos chavales dicen “Ale, a beber y a tocar”. Les miro con cara de asesina y murmuro “Yo sí. Tú no.” demasiado cerca de sus caras. Llegamos un poco justas de tiempo y Ktulu y Arcángel están ya en la calle esperando. Nos subimos al coche de la Potencial y en media hora llegamos al chalet, pese a mis horribles indicaciones en carretera. Tomamos algo fresquito (sin alcohol, ¿eh? Había que reservarse...) y preparamos la mesa para la cena.
Una hora después llegan Ge y Keny con Vane y Jose. Las cervezas tardan en enfriarse y yo tengo sed. Pero de esa sed de cerveza, nada de mariconadas. Tomamos un par de garimbas templadas. Qué asco. Hay que dejarlas más tiempo. La mesa está puesta. Entre todos, conseguimos hacer un fuego decente mientras Ge se va a dar una ducha. Decente es un decir. Aquello no ardía ni con Satán bailando la lambada. Costó, pero por fin prendieron ramas que no estaban suficientemente secas. Comienza el dilema. Arcángel tiene reparos de meterse al agua. Y Cris. Y el resto de mujeres presentes. Después de un montón de reparos, Jose me invita a saltar al agua. “A tomar por culo”, pienso. Me quito la ropa y salto. El resto tarda un poco más, pero al final todos terminamos en el agua. Ha oscurecido. Fuera hace fresco, pero dentro de la piscina se está de puta madre. Jose trata de ahogarnos a Cris y a mí. Nos escurrimos. Los demás saltan, nadan, bucean. Desde mi punto de vista somos un enorme tazón de choco-crispies. Llega Ge y comienza a hacer la cena, pasando un montón de bañarse con el ras que empieza a hacer a esas horas. Salimos del agua, ropa seca y a cenar.
Esto es la gloria, un montón de carne asada y la cerveza ya fría. Vino bueno para el calimocho y un juego incomprensible donde se enlazan las iniciales de nombres y apellidos famosos. Una de dos, la comida o la bebida están haciendo efecto, porque la gente empieza a mostrar un leve tono rosado en las mejillas. A Arcángel se la rifan los fínifes. “Tú picas aquí y yo allí”. Se caga en la madre que parió a los insectos cabrones. Yo me siento culpable por no haber avisado. Seguimos bebiendo.
Cris es pillada in fraganti dándose a la bebida.
Arcángel y Ktulu se hacen con el control del sofá. De ahí sus caras de felicidad.
Vane y Keny se cuentan cosas que nadie escucha y se descojonan de la risa.
Las componentes del grupo tratamos de hacer nuestra versión de cierto tema de Green Day. Guitarra afinada medio tono por debajo, batería desafinada y Cris que no se oye un carajo con el micro, hacen de esta la peor canción desde “te necesito toa” de Jesulín.
Se me cae un cable de guitarra en la cabeza. ¿A quién le importa cuando el pulso se hace esencial para no derramar la bebida?
Desistimos. Se propone un nuevo juego: cada uno dice una palabra (la que sea) y una persona las va transcribiendo seguidas en un papel. Se leen después y vemos paridas como “monja que fuma petardos flipa alcachofa mientras compromete bailando desnuda”. Si nos oye el Benedicto se nos acabaron las fiestas.
Sueño, destrucción. Algunos comienzan a abandonar el local y se van a pillar cama. Va siendo hora, sí. Ktulu, Arcangel y yo somos los últimos en dejar los vasos. Toca dormir, o algo parecido. En la habitación, Cris no deja de decir chorradas sobre muñecas que cierran los ojos al tumbarse y yo muero de risa. A cierta hora concilia el sueño. Yo mantengo vigilia un rato y caigo.
Cris y yo leemos la paranoia de juego. Que esto no salga de aquí, por Diorrrrrrrrr...
A la mañana siguiente hay resaca. Hace bueno, el agua de la piscina brilla y cuesta arrancar. Va apeteciendo una parecida... sólo que ahora lo de bañarse... va a ser que no.
3 Comments:
Después de 3 meses ya era hora!!! Ha estado muy guay, me ha gustado.
bueno,tras una narracion tan perfecta de lo sucedido esa noche,queda poco que comentar...solo decir que fue genial,que flipé alcachofa jaja y que estoy deseando repetir!!!espero que sea pronto(oye, siempre se puede celebrar el "cumplemeses" no?;)...).
Arcángel: uy, si hasta me ha dado nosequé ponerlo a estas alturas... y debemos un par de foto-brindis...
Cris: "narración perfecta"... cómo te quiero... Y repetir, ya sabes, la próxima en tu keli corre de nuestra cuenta. A ponerse las pilas :)
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