September version 2.0

Aquí mi compañera de aventuras y desventuras os hablaba en el post anterior de septiembre. De planes, de las fiestas de Pucela, de cómo toca el verano a su fin. Pues bien, me sumo a la iniciativa. Claro está, desde el punto sociópata del blog...

Septiembre es un mes más en el calendario. Como comentaban algunos, es un poco más de revuelo en el curro (¿Por qué todos vuelven tan alborotados de las vacaciones? Sería un buen tema para otro post...), yo particularmente me sumo a los que les toca estudiar. Así que la virgen de San Lorenzo no me va a ver mucho el pelo. Me tocan mucho la moral las peñas, el pregón a puerta cerrada (Alcalde... ¿Se puede ser más cobarde?), la feria de día y las casetas que me voy a perder. Mierda para todo. Si yo no lo disfruto me sabe fatal. Sin vacaciones (no todos tenemos esa suerte), es momento de desayunar, merendar y cenar apuntes condensados. Ni que decir tiene que el cerebro pasa de trabajar a estas temperaturas –al menos el mío- por lo que el más sencillo ejercicio de modulación se me antoja un tratado de física cuántica. ¿Por qué estoy dando modulación si estudio periodismo? Aaaahhh... a saber. Dedicaré un post en el futuro a las cosas estúpidas e inconexas que nos hacen estudiar en algunas carreras... ¿Estudian literatura en las ingenierías? ¿Por qué los profesores que van de enrollados resultan ser unos cabrones sin excepción? ¿Por qué aprueban los alumnos de tres que van a las revisiones? Estas y otras apasionantes chorradas en el próximo post... que hablaba de septiembre, coña....

A lo que iba. Que a ponerse las pilas, estudiantes. Los currelas, que aguanten bien al jefe (que suele costar más que el trabajo en sí). Ánimo a los parados. Hay vida después del INEM (eso dicen). Y a los que disfrutais dorándoos al sol de unas agradables vacaciones (lo mismo playa que montaña)... pues joder, que envidia cochina me dais. Eso sí. El verano se acaba para todos ¿eh? Un poquito de justicia.