19.1.05

¡Jo, mamá!

Todas las madres siguen algún tipo de curso de iniciación. Estoy segura. En el momento en el que el embarazo se hace notar, corren a matricularse en la Universidad Para Madres. Ya las estoy viendo a todas con la carpeta llena de folios en blanco y un par de bolis cargados de tinta, sentadas en sus pupitres ávidas de conocimiento. Las profesoras (porque un hombre puede ser padre, pero jamás serán madres), son mujeres curtidas en el arte de críar churumbeles. Y miran a las novatas con aire de ternura y un ápice de la seguridad que las da ser superiores. En el Aula 104 se imparte la clase de temperatura, y en el tema uno les enseñan que “Si hay menos de diez grados, hace frío. Envuelve a tu bebé entre toda la ropa que te sea posible y, cuando parezca el niño perdido del Yeti, añade otra bufanda por si acaso”. Y las aplicadas alumnas, anotan esta información tomándola como una verdad bíblica. Años después, cuando sus hijos vayan al instituto, seguirán utilizando esta información con sutiles indirectas: “¿No vas muy fresca? Anda, llévate la bufanda...”.

La clase de “Tus hijos siempre están delgados” es cuatrimestral. Les sobra tiempo para aprender la máxima: “Si hay comida en el plato, huele a anorexia. Es conveniente ser comprensivas y decir frases alentadoras como: Deja de hacer el tonto y cómete la coliflor. En el caso de que esto no sirva, enfádate brutalmente y retira el plato de la mesa con expresión digna. Así aprenderá quien manda.”

En fascículos posteriores analizaremos qué se cuece en las demás aulas. No se pierdan los entresijos de clases tan fascinantes como “Respuestas rápidas a preguntas comprometidas” o “Tus amigos han de caerme primero bien a mí”.

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Sin olvidar a las abuelas, a las que podríamos calificar de "remadres", madres al cuadrado. Para ellas una temperatura de 25 grados centígrados es sinónimo de contraer una infección vírica si no se abriga una con 57 capas de ropa con un mínimo de 3 cm de espesor cada una, y aún así no estamos libres de peligro (sin hablar de las corrientes...) También son de la opinión de que el número de calorías mínimas para una dieta de subsistencia ronda las 13000, ésto solo contado desayuno, comida y cena (añandiendo esas suculentas meriendas compuestas de vaso de leche con nesquik, bocata mantequilla con azúcar tamaño barra pan, 12 onzas de chocolate, 7 rosquillas caseras y los restos del cocido de la comida, rondaríamos las 18000 calorías) Un tributo desde aquí a todas las yayas del mundo. Gracias a la mía ahora poseo con orgullo el diagnóstico de obesa mórbida de tercer grado, sin contar con una sauna andante compuesta de 3 plumas de nieve superpuestos, enlazados hábilmente a ganchillo (obra de mi abuela, por supuesto). Abuela, qué haríamos sin ti.

.- La Pachu (TODO NOS PARECE UNA MIERDA)

2:23 a. m.  
Blogger Arcangel dijo...

Y que pasa, cuando empiezan a perseguirte una mañana soleada de abril, tu histérica, porque has quedado a comer...vas, monisima, y de repente aparece tu madre y tu abuela con un plumas de la mano, alegando que por la noche a eso de las 3 de la madrugada va a refrescar. Y eso que era las 2 del medio dia...en fins.
De todos modos, gracias a las dos individuas citadas antesssssssss, yo me librado de muchos pasmos, que se le va a hacer...

11:08 a. m.  

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